Los animales más grandes, los más feroces, los más dóciles, los más fotografiables y los que mejor representan a todo un continente, se encuentran en el territorio protegido de Tanzania. Esta nación, víctima de una aguda pobreza, sobrevive gracias a la alegría de su gente y a sus fantásticos parques nacionales con su consiguiente derrama económica. Aquí, el viajero entra a un mundo natural único, uno en el que animales de más de 5 toneladas pueden estar a solo centímetros de distancia y donde las más peligrosas fieras parecen dóciles criaturas paseando por este paraíso.
Tanzania es país de contrastes, situación que lo que lo vuelve un destino obligado para cualquier viajero que busque una experiencia que rebase o sature los sentidos. Una visita a este maravilloso sitio significará un renacimiento en la manera de ver la naturaleza y nuestro impacto sobre ella.
